Josep Domènech Sánchez nace en la ciudad de Barcelona en 1952.
Sus obras están especialmente dedicadas a las imágenes parciales de cuerpos femeninos púdicamente desnudos, que surgen del claroscuro y que en ocasiones se acercan a la abstracción; sus colores velados mates, sienas, negros y grises transmiten suavemente la luz a las figuras. Son inconfundibles sus naturalezas muertas, sus mesas ocupadas por delicados objetos de cerámica e incluso un piano y su partitura surgidos de una niebla profunda.